26 de junio de 2007
Cada vez veía su silueta más lejana. Sus lágrimas caían con fuerza en el suelo. Sus rodillas besaban el barro. No podía dejar de mover la mano, sentía que ese gesto era el único punto de unión con él. No volvió a verle desde entonces, pero cada noche recuerda el mismo momento.
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